Tratamientos del Glaucoma

Tratamiento del Glaucoma con gotas para los ojos

Hay diversas Soluciones Oftálmicas para tratar el Glaucoma. Cada tipo de gota tiene una finalidad específica, ya sea para aumentar el drenaje del líquido ocular, para reducir la producción de dicho líquido, para mermar la presión ocular... Por ello, es importante hacerlo siempre bajo prescripción médica con el fin de elegir la opción más adecuada para cada caso y cada paciente.

Este tipo de fármacos para el Tratamiento del Glaucoma es el más habitual que existe en la actualidad y el primero al que se tiende a recurrir; no obstante, y aunque se hayan aplicado las gotas con una receta médica, cabe la posibilidad de que se produzcan una serie de efectos secundarios, como por ejemplo el enrojecimiento y el picor en uno o en ambos ojos o la aparición de depósitos en la zona de la córnea. También es posible que se produzcan otros efectos secundarios que no estén directamente relacionados con la visión porque el torrente sanguíneo haya absorbido las gotas, lo cual provocaría una presión arterial baja, una jaqueca o una disminución de la frecuencia cardiaca.

Tratamiento del Glaucoma con Medicamentos Vía Oral

Cuando las gotas oculares no ofrecen el resultado esperado, los oftalmólogos optan por la administración de fármacos por vía oral. Uno de los más comunes es el inhibidor de la anhidrasa carbónica, que actúa catalizando la reacción de disociación. Hay que tomar siempre la dosis recomendada, nunca sobrepasarla ni tampoco reducirla, aún así, los efectos secundarios son una posibilidad real en algunos paciente. Entre ellos, destaca el malestar estomacal, la sensación de cosquilleo en los dedos de las manos y de los pies, la micción frecuente o, incluso, la depresión. Por esto último, la ingesta de medicamentos orales no siempre es una opción adecuada, sobre todo en aquellas personas con un historial psicológico relacionado con algún trastorno o desorden mental transitorio.

Tratamientos del Glaucoma con Cirujía

Esta es la última opción a la que se suele recurrir. Es cierto que los tratamientos quirúrgicos para el Glaucoma suelen ser los más efectivos, no obstante también pueden ser los más peligrosos ya que en cualquier operación los riesgos son una posibilidad. Antes de pasar por el quirófano, es importante que distingas los diferentes tipos de tratamientos mediante cirugía láser y que conozcas las principales características y posibles efectos adversos de cada opción; al menos del tipo de cirugía al que te someterás, que será siempre el que recomiende tu médico especialista en visión. Este es un pequeño listado con los principales tipos de tratamiento láser que se llevan a cabo en salas de quirófano para hacer frente al glaucoma.

Cirujía del Glaucoma con Láser

Consiste en lanzar un pequeño rayo láser con la finalidad de abrir los canales obstruidos en una zona del ojo llamada malla trabecular. Su efecto no es inmediato, lo normal es que empieces a ver mejor poco a poco y pueden pasar unas semanas desde que te sometes a la operación hasta que se note el efecto total de esta operación.

Cirujía del Glaucoma Mínimamente Invasiva

Este tratamiento del glaucoma realiza los procedimientos quirúrgicos mínimos para reducir la presión en el ojo. A veces, el oftalmólogo sugiere aprovechar la operación para tratar también las cataratas, ya que es mejor combinar todo para que solo haya una operación en lugar de dos. Entre las principales ventajas de este tipo de operación se encuentran la disminución de riesgos y de cuidados postoperatorios inmediatos.

Tubos de Drenaje

Hay que colocar una pequeña válvula en el ojo que conecte el espacio intraocular con un pequeño disco situado en la zona subconjuntival del ojo. El objetivo es que este dispositivo ayude a drenar mejor el exceso de líquido y reducir la presión ocular.

Cirugía Filtrante del Glaucoma

El cirujano se encarga de crear una pequeña apertura en una zona del ojo para extirpar parte de la malla trabecular. El objetivo es ayudar a que el ojo filtre mejor.

Sea cual sea el tratamiento quirúrgico por el que se opte, debes tener en cuenta que se requiere un seguimiento postoperatorio ya que los ojos son una zona muy delicada y sensible. Asimismo, pueden pasar varias semanas hasta que notes los efectos totales de la operación, puesto que no algo inmediato.

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